jueves, 24 de febrero de 2011

UN POEMA SIN CORRECCIÓN



Sentir nuestros titubeos
al descubrir las grietas
que nos recorren.

Ella todo lo ve
si muestras un ápice de debilidad.

No precisa acólitos
al realizar esa labor
que tanto anhela.

Que vuelvas a recorrer sus calles
una vez que concluye su faena
es cuestión de días.

Te unirás al grupo
de los que tienen
un precipio en los ojos,
y una brújula fracturada
en algún bolsillo.


POEMA INÉDITO DE ÁNGEL MUÑOZ Y FOTO EXTRAÍDA DE LA WEB.