domingo, 27 de noviembre de 2016
MURAL de Mahmud Darwish
Me dice la enfermera: ¡ Estás mejor que nunca!
Me inyecta el analgésico: Tranquilo,
verás qué sueño tienes
en un rato...
Vi a mi doctor francés
abriéndome la celda,
dándome con un palo
ayudado por dos policías.
Vi a mi padre volviendo
de la Peregrinación, desvanecido,
atacado por el sol saudí,
suplicando a los ángeles que lo rodeaban:
¡Apagad este fuego!...
Vi a unos muchachos magrebíes
jugando al fútbol
y tirándome piedras: ¡Vete con tus palabras,
déjanos a nuestra madre,
ay, padre, que eludiste la tumba!
Vi a René Char
sentado junto a Heidegger
a dos metros de mí.
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