David García Torrado es un excelente fotógrafo afincado en Asturias. Gusta de imágenes urbanas con un toque onírico intenso. Además, el mismo se encarga de manejar un blog que administra y en donde va colocando con mucho mimo todas sus instantáneas.
Aquí hago un inciso para ofrecerle mi admiración y mi respeto por su trabajo. Como algún lector sabrá yo también gusto de la fotografía, pero los niveles que maneja David, ahora mismo me son inalcanzables.
Continuo pues con David y su blog: en el mencionado blog David quiere, y lo logra, aunar poesía con imágenes, seleccionando a escritores de un gran calibre, véase Alejandro Céspedes, Cecilia Quílez, Idoia Arbillaga, Rafael Saravia, Viktor Gómez Ferrer, Nuria Ruiz de Viñaspre, Javier Ubieta, Igor Odriozola, Raúl Campoy Guillén, Beatriz Russo, Emilce Vergara, Chus Sanesteban y un largo etcétera.
Y aquí es donde entro yo. Hace poco me escribió para pedirme que seleccionase una de sus fotografías y escribiese algo en relación a ella. Por supuesto era imposible negarme ante tal ofrecimiento. Me puse a ello y hoy figuro en su blog, al lado de sus "fragmentos urbanos oníricos", como me gusta a mí llamarlos, y pegadito a todos los nombres arriba mencionados. La foto que me cautivó es la arriba expuesta.
Evidentemente os voy a dejar el enlace de su blog aquí, titulado REFLEXIONES, y en él podreis leerme junto a toda una prole de escritores que no somos más que mera "comparsa" de lo que ven sus ojos.
Ángel Muñoz
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