XL.

(DESDE LA CAMPA TORRES EN GIJÓN)


El viento no diluye las ganas de precipitarse entre despojos de esquirlas
que a fuego en el chaflán
impiden la aridez de los lagrimales aprisionados por unas cuencas.


Urdir cualquier trama en un intento de posicionarte
ante los que abatidos
plantaron el pie próximo a la línea entre lo que era considerado un extremo u otro.

Pasado y presente asidos a un frágil hilo como futuro
en el que las puertas por abrir son todas.

El derecho al respeto no es algo que se gana.

Sencillamente es eso.

Respeto.

Aunque queramos salar heridas ajenas
o desguacen nuestras redes.

Respeto

Adquirir la capacidad del sol para iluminar
si entrar en detalles.

Las velas de las embarcaciones
como cráteres desubicados en el oceáno.


poema inédito de Ángel Muñoz