miércoles, 21 de septiembre de 2011

José Ángel Valente




SE llena a veces el mundo de tristeza.
Los armarios de luna con la imagen de un niño
navegan en la noche.

El viento llora

como un animal herido,
solo bajo las nubes.
Los blancos lirios de la primavera
nadie podría ahora recordarlos.

Baja

tumultuoso el río
opaco de las sombras.

Piedras. Norte. Estalla
lejos la luz, muy lejos.

Andemos todavía.


(Días de invierno de 1993)

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