sábado, 17 de septiembre de 2011

Los amos de Brooklyn de Antoine Fuqua






Cuando ayer fui al cine a disfrutar del nuevo film de Antoine Fuqua llevaba sellada la sana intención, en mi mente, de pasármelo como un niño pequeño.

He de decir que para gustos los colores, pero el cine de Fuqua es un cine sincero, honesto, directo, sin tapujos. Eso sí, no ha abandonado, en los Amos de Brooklyn, ni abandonará, una seria de señas de identidad que hace de sus películas algo muy personal: contar, vivir, hacernos sentir las calles de los barrios más desfavorecidos como si de un puñetazo en pleno rostro se tratase.

Richard Gere en su papel de poli veterano a punto de jubilarse, solitario, absorbido por el sistema, dejándose arrastrar por la corriente, está sencillamente genial.

Ethan Hawke ha mejorado y mucho. Quizá sea el rol más elaborado, aunque quiere recordarnos al de Denzel en Training Day, con esa "simulada" sobreactuación pero bien manejada. Ese exceso de ansia, de nervios, de descontrol por apropiarse de lo ajeno para salvar una familia. Creo que la palabra exacta es que borda su papel, mejora al de poli pardillo de "Día de entrenamiento".

Don Cheadle nos quiere traer a la memoria a un Leonardo di Caprio infiltrado en la banda que controla el mercado de las drogas, desesperado por dejar de desempeñar el papel que le ha tocado: bailar con la más fea. Jugándose el tipo y viendo como todo la vida que tenía construída se desmorona a su alrededor. Eso sí, Cheadle está comedido, no sobreactua, quizá yo le he visto poco entregado en un papel que es muy abierto y él lo convierte en hermético. Podría haberle dado más juego.

Wesley Snipes tiene una presencia mínima en el fim que no deja indiferente. Se nota los años de cine, su bagaje como actor, unas tablas que en definitiva nos hacen olvidar al Blade que fue para ser ahora un mafioso que pese a todo tiene escrúpulos.

Si a los guiños a otros films policiacos como Infiltrados o incluso de su propia filmografía (Training Day), le añadimos que los nombres de Don Cheadle y Wesley Snipes nos traen a la memoria a un Stallone o Russell en Tango y Cash (aquella película policiaca de finales de los 80), podemos decir, o más bien puedo decir que Fuqua vuelve a dar de pleno en este género en el cual se maneja como pez en el agua.

Puntualizaré, para todos aquellos que vayan a verla, y sin destrozarles el final, que el mismo resulta poco creíble en algunos aspectos.

Poco más os puedo contar de esta película que en definitiva me ha entusiasmado y de la que he pretendido hacer una pequeña crónica sin ser especialista en ello.

Ángel dixit.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena crónica, plantéate el escribir en algún blog o revista de cine ;) Y buena peli...

Anónimo dijo...
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