martes, 18 de agosto de 2009

OTRO POEMA MÍO MÁS

Fuga


Delante de mí,
hoy,
una chica joven
ha dejado que su bebé,
apenas tenía veinticinco días,
aterrizase sin paracaídas
en las escaleras del Ayuntamiento
(si, has oído bien, ha elegido el Ayuntamiento)
y rodase tres o cuatro escalones,
como si quisiese
con sus escasas fuerzas huir de ella.

De los presentes
ninguno se arrimó a recogerlo,
ni siquiera la madre,
que fruto del colapso,
no era capaz de romper a llorar
pese a tener congestionadas
las pupilas.

Me agacho rápido,
palpando su cabeza golpeada
por si hubiese un daño mayor.
El crío braceando
y con mucha energía,
trata de librarse de mis manos.

Se lo devuelvo a la chavala,
apenas quince tacos,
con el consejo
de que lo acercase al médico.

Yo creo que le dieron igual mis palabras.

Con el móvil en la oreja,
y ya recuperada,
hablaba con alguien
sobre el último capítulo
de "Sin tetas no hay paraíso"
y lo bueno que estaba el Duque.

Seguro que el bebé,
la próxima vez,
se asegura,
antes de huir,
que no haya nadie
para frustrar su fuga.



Inédito de Ángel Muñoz