miércoles, 30 de diciembre de 2009

DE CÓMO VA LA COSA


“Ya no leo tebeos de Wonderwoman”, por Ángel Muñoz Rodríguez.
©2009 Ángel Muñoz Rodríguez Prólogo por José Ángel Barrueco Epílogo por Javier Das
Todos los derechos reservados. Editado digitalmente por Groenlandia con permiso del autor.
Directora: Ana Patricia Moya Rodríguez
Diseño: Bárbara López Mosqueda \ Ayhelén Kagner (portada y contraportada) \ Ana Patricia Moya Rodríguez
Depósito legal: CO-1646-2009
Madrid \ Córdoba, 2009





Como podeis ver el prólogo lo realizó Barrueco y el epílogo Javier Das. Todo un honor para mi, si tenemos en cuenta que a ambos los admiro desde hace tiempo y más desde que tengo en mi poder su poemario NO HAY CAMINO AL PARAÍSO. Fue y es un honor tener a dos escritores casimiroparker en mi poemario.

Sin más dilaciones os diré que el poemario, en cuanto me enseñen, lo colgaré en mi blog u os diré el modo de acceder a él. Si hasta ahora no lo he hecho es porque, honestamente, no tengo ni puta idea.

Con lo que si os voy a dejar es con la parte que hizo Javi Das, me encantó:




Se ha escrito mucho y se sigue haciendo sobre qué mueve a una persona a crear un poema. Yo me siento muy identificado con esa rama de poetas que buscan contar cosas. Historias que les han ocurrido, que les han marcado, incluso que han vivido en sus propias carnes en muchos de los casos. Me gustan los poemarios escritos desde la necesidad de contar, de compartir con el que lo lee una serie de experiencias, vivencias o pensamientos con unas raíces muy terrenales. Ángel Rodríguez (Voltios para los que le conocimos en el mundo de los blogs) nos abre las puertas de su vida, de lo que ha sido y de lo que es actualmente, y también pedazos de vidas de otros que, mediante sus palabras, se nos hacen visibles.



El poemario está escrito en su totalidad con un lenguaje claro, muy “de la calle”, que nos facilita el protagonizar, por ejemplo, imágenes de la infancia en el barrio de Leganés, porque es justamente con esos recuerdos con los que abre el poemario, recopilados en un capítulo titulado Antaños. Drogas, peleas y regaliz conviven como un extraño trío en estos primeros versos, donde la mirada de un niño es la que nos acerca muchas veces a la realidad de ese barrio hace ya más de treinta años: “sabías que robaba / calderilla / del monedero de mi madre / para comprarte regalices”.
Interesante también en esta primera parte es el acto de “echar la vista atrás”, cómo se ve el pasado una vez que uno ha crecido y se da cuenta de muchos detalles que siendo niño pasaron desapercibidos: “desde mi casa / caigo / en que fueron dos tardes / enteras / las que tardó mi madre / en forjar los versos / que me hicieron / injusto vencedor del diploma”.

Vigentes, el segundo capítulo de este poemario, es para mí la parte más interesante del libro. Según se avanza en los poemas nos damos cuenta de la intimidad a la que se nos invita a pasar, se puede palpar perfectamente la realidad de unas experiencias que han marcado al autor, en algunos casos, durante años. La depresión, el amor y el desamor, la muerte, la vida, la sociedad que nos rodea diariamente, son algunos de los temas sobre los que se construyen los poemas. Poemas que, además, se cierran en muchos casos de forma magistral, obligándonos a parar unos segundos y reflexionar sobre lo leído. Y es que, ante todo, podemos hablar de la sinceridad con la que nos está hablando. En estos poemas, al leerlos, todos por un momento nos introducimos en la piel de Voltios, y es dolor, esperanza, reflexión lo que nos hace sentir, ya que realmente podemos sentir familiares o cercanas las experiencias que nos está contando. De esta segunda parte, en vez de destacar algunos versos, prefiero que sea al leerlos cuando cada uno descubra qué le marca más, dónde se siente más identificado, qué versos le muerden dejando más marca.


Una mirada al mundo que le rodea, a los problemas de otros, a situaciones difíciles que se encuentra día a día es lo que da forma a De otras vidas, la tercera y última parte de este poemario. Voltios quiere hablarnos de esas historias, en ocasiones aparentemente pequeñas, que obligan a sus protagonistas a tomar diferentes caminos en sus vidas. Nos habla de inmigrantes, de prostitutas, de un pasado en la Historia que aún hoy sigue sangrando, de perdedores, de luchar en una vida que se pone muy dura para algunos: “va a resultar inútil / que alguien me lo cuente / lo he visto / con mis propios ojos / y no es raro / te lo prometo”.
Voltios no es ningún superhéroe. Ha vivido, en su piel o en la de otros, el sabor amargo de estar jodido, preocupado, con miedo. Y siendo consciente de lo importante que es tener los pies en la tierra no acepta que nadie le cuente películas con final feliz que no se ajusten a lo que realmente viene pasando. La vida tiene momentos buenos, todos lo sabemos, y se dice que uno necesita mover más músculos para llorar que para reír. Lo malo, es que los posos son diferentes. Lo que queda en el estómago, para mal o para bien, es lo que más nos marca como personas. Ya no leo tebeos de Wonderwoman nos habla de eso, de los todos arrastramos diariamente y de la fuerza que hay que hacer para seguir avanzando. Pero no nos confundamos, no podemos hablar de un poemario pesimista, el mensaje más importante del poemario queda claro en estos versos: “no olvides nunca / lo que te voy a decir / si llegas a mi situación / tan sencillo / como apartarse del borde / con metáforas / con letras pringadas en sangre / aunque creas no encontrar el momento / aunque madrugues / y pilles tú / al sol fuera / aunque la piel no de más de sí / ¡apártate del borde!”.

Javier Das



Mañana os iré dejando más, y sobre todo, la parte de Barrueco.

Voltios dixit.

Foto inédita de Voltios.

12 comentarios:

Santiago Bertault dijo...

Tiene muy buena pinta el asunto.
Un abrazo

sus(ana) dijo...

muchísima suerte y muchas felicidades

un beso

Castorin dijo...

Mi más sincera enhorabuena Ángel. Esto promete, estaré atento.

Un abrazo y feliz año nuevo.

mjromero dijo...

Esto es acabar el año con buen pie y empezarlo mucho mejor.
Enhorabuena y suerte!

choche dijo...

Fuerte abrazo amigo, ya lo leeremos y disfrutaremos como un niño con un TBO. Nos vemos

Anónimo dijo...

Emociona este prólogo, para los que ya como yo, te leemos casi a diario, y pienso, que para invitar a los que no te han leido nunca.

Dice de ti, con honradez, sinceridad y sin tapujos, eso me gusta.

Me gusta el tono con el que nos cuenta, como desde el otro lado del sofá, como es este poemario que estoy esperando a poder leer.

Estoy orgullosa de ti, Angelillo, y también de quien ha escrito estas lineas.

Un abrazo enorme!

Ángel Muñoz dijo...

esperemos que sí rémora, un abrazo.

Ángel Muñoz dijo...

gracias ana, lo mismo para ti

Ángel Muñoz dijo...

cuanto tiempo castorín, mil gracias, veo que todavía te acuerdas de mi igual que yo de ti, feliz año para ti y los tuyos.

Ángel Muñoz dijo...

gracias alfaro, la verdad es que sí, mil gracias también por hacer posible que pepe tenga blog, lo digo de veras, jejeje. un abrazo.

Ángel Muñoz dijo...

con ello cuento choche, ya van tardando esas cañas

Ángel Muñoz dijo...

mama mía paz, se acaban las palabras, GRACIAS