lunes, 30 de julio de 2012

ARE YOU READY? La primera novela de Naveiras verá la luz en breve: RECUERDOS DEL CEMENTERIO



Pues parece ser que, si no se tuerce nada, en septiembre verá la luz mi primera novela que lleva por título “Recuerdos del cementerio”. Aún quedan muchas cosas por cerrar, de cara a su publicación, pero en líneas generales esa es la noticia.

El caso es que la música es una parte importante en toda la novela y a mi me gustaría que saliera un cd de música con las canciones y artistas  que se nombran, pero eso es imposible, son demasiados grupos, artistas, derechos, izquierdos y mierdas varias. Así que se me ha ocurrido publicar  una BSO en Spotify de la música que escuchan los protagonistas de la novela, incluso, la que no escuchan (la del capítulo final, que sería el último tema).

Para abrir boca podéis escuchar la banda sonora de “Recuerdos del cementerio” en Spotify en este ENLACE. Eso sí, lamento que aquellas personas que no tengan cuenta de spotify no puedan escucharla, pero iré creando la lista con esos temas u otros, en diversas plataformas de audio (grooveshark, etc.), pero eso será después de agosto. Que ya estoy mu cansao de todo lo hecho este año.

ESCUCHA LA BSO DE RECUERDOS DEL CEMENTERIO una novela de sangre, sexo, amor, drogas, blues, country y violencia, escrita por José Naveiras García (joder, como mola escribir este tipo de frases)

RECIENTE ADQUISICIÓN: Aforismos de Fernando Pessoa



La triste confianza en el futuro.


*


El amor que nos tienen nos quita más libertad que le odio.


*


La Naturaleza es partes sin un todo.

miércoles, 25 de julio de 2012

In miniature by GRAVENHURTS



No sé si los he traído o no al blog. Me encantan Gravenhurst.



UN BUEN POEMA DE W. STEVENS con FOTOGRAFÍA DE KUMI YAMASHITA









Me mido
Con un árbol alto.
Descubro que yo soy mucho más alto,
Porque llego hasta el sol,
Con mi ojo;
Porque llego hasta el mar
Con mi oído.
Aún así, me disgusta
La forma en que se arrastran las hormigas
Al traspasar mi sombra.
Wallace Stevens
fotografía de Kumi Yamashita
poema de Wallace Stevens extraído del blog de LUNA MIGUEL 

martes, 24 de julio de 2012

del dinero que te prestan cuando la necesidad ahoga










“Preguntas inaplazables y respuestas provisionales” (Jorge Riechmann)




me situo en los márgenes devaluados
capaces de sofocar unas moscas sin estrategia para huir


otra vez la culpa se amotina donde los pies no tienen intención de regresar


olvidé qué teclas


en las blancas están las pústulas
lo demás son cadáveres ineficaces por la autosuficiencia


las palabras no se lastrarán de codicia al alejarse de mí
en todo caso será posible la fractura de la cornea si las ignoras


no consigo alejarme de mí


una sensación de humedad cuando ya no hay luz
y la confesión que evite precipitarme
tienen un precio


a veces los gorriones no temen abandonar a sus crías al buscar alimento
me niego a saber cuánto debo esperar


desear que la sal en la herida no haga que busque otro lugar
se está convirtiendo en una obsesión



poema inédito de Ángel Muñoz

lunes, 23 de julio de 2012

EN LETRATLANTICA recuerdan mi olvidado AMOR MANUAL






Título: Amor manual

Autor: Ángel Muñoz
Editorial: Talentura
PVP.: 10,00 €
Pgs.: 100
ISBN: 9788493765989

La primera vez que Ángel Muñoz me habló de su libro de poemas, Amor manual, pensé en lo único que podía pensar una cabeza como la mía: onanismo. Después, me di cuenta de que "manual" se refiere a aquello que se hace con las manos e imaginé a Ángel, con esa forma que tiene de ser construyendo amores como quien hace filigranas. 
Me sumergí en sus poemas, en estos poemas que se entrelazan para no dejar ni un resquicio entre los amores que conforman nuestra existencia: el fraterno, el de la amistad, el paterno y materno y, por supuesto, el carnal.
El libro se divide en tres partes: "remotas periferias", "adyacente" y "cuando tú", todo prologado por Alejandro Céspedes y epilogado por José Naveiras.
Desde el principio "Esmerarse en el aliento/ de ilusiones pueriles", Ángel avisa de que no vamos a quedarnos en un presente insustancial por la falta de perspectiva o expectativas, sino que vamos a iniciar un viaje a todos los estratos del hombre que es ahora, pero que se construye con el ayer y con el mañana.
Dice Alejandro Céspedes: "las palabras heredan orfandad de las ideas y todo lo que es huérfano es susceptible de ser adoptado." Y, sí, es fácil adoptar los versos de Muñoz porque son maleables, juegan con el subconsciente colectivo y rememora imágenes que todos hemos vivido, aunque el cuerpo conductor sea otro: "Una ducha en mitad del patio/ y prestar el cuerpo a la suerte./ Caserío de chicharras violinistas." 
A la tradición, a la vuelta a los campos de Castilla, o los olivos, o la tierra que sustenta a las mujeres que dan el pecho a niños lactantes que un día se irán para ser hombres lejos y encontrar el amor en una mujer que se bebe el asfalto, Ángel Muñoz une la deconstrucción de la forma sabida, de la sintaxis de siempre: "Los gemidos pastaban/ en el intento por huir/cuando los padres de repente."
Escribe Naveiras en el epílogo: "Después de tropezar con el amor, el de verdad, que no el amor verdadero que los cursis y relamidos tratan siempre de describir." Es decir, el amor que se mancha las manos, el amor que no es perfecto, el que sucumbe ante una cama nueva y su hunde ante el dolor de una madre.
Ángel Muñoz no es un poeta perfecto, ni falta que le hace. A Ángel Muñoz se le nota el defecto, se ve dónde pierde la fuerza y dónde su voz es capaz de derrumbar muros. Pero es, precisamente ahí, en su debilidad, donde a Ángel Muñoz se le ve la grandeza. Como lo fue de los grandes, como lo será por siempre.
 
 
extraído del blog LETRATLANTICA
 
MIL GRACIAS 

POOR MOON e Illusion



Algunos de los miembros del grupo FLEET FOXES forman parte de Poor Moon y han logrado temas tan maravillosos como el que os dejo más abajo: Illusion.





Miembros






Portada de su trabajo



ESPEJISMO de María Mercromina









Si el agua te cubre el animal habla
nace el esternón del puñal
quiere el río ser cuerpo
el calor hace la enfermedad.
Es la especie complicada la que se ahoga.
Si todo es un espejismo
tú eres desierto.
un poema de MARIA MERCROMINA extraído de su blog aquí

Glaciares de Alexis M. Smith






Este escritor me apasiona, y veo que ALEXIS M. SMITH va a publicar en nada GLACIARES con Alpha Decay.

Un placer.

viernes, 20 de julio de 2012

Arrange y su "When we saw"




Gran disco.


DIÁLOGO CRIMINAL by Carmen Moreno



Para Carlos Vitale y  mi primo Nano.




El asesino que soy siempre habla
con la víctima que fui.
Le reconoce que siguió sus huellas,
le muestra los indicios que le llevaron hasta
su silueta dibujada en una carretera secundaria.

La víctima escupe sangre
después del primer disparo
la nieve en las calles
manchan el infierno de blues.

El asesino no tiene piedad
y arremete con el puño americano,
regalo de su cincuenta aniversario con la mafia,
levanta al pelele del suelo
y le endosa un nuevo golpe.

Las miradas cobardes no dicen nada,
apenas bajan a las alcantarillas
y se esconden donde las ratas.

La víctima se prepara para morir,
pero, entonces, la suerte por vez primera le sonríe,
el revólver cae al suelo,
justo entre su molar y el dedo cortado,
lo toma con la tristeza de quien sabe
de que también por vez primera
se propone robar una vida.

Se vuela la tapa de los sesos.



extraído del blog de Carmen Moreno

La Insurrección tras el estallido de la guerra



El 18 de Julio se inició la fatídica guerra civil estúpida que llevó a mucha gente a morir por ideales en los que no creía, y todo ello alentado por un canalla que hoy duerme bajo tierra.

Pero lo bonito no fue el hecho contado anteriormente. No, no lo fue. Que Franco y sus putos secuaces iniciaran la guerra no fue algo, precisamente, hermoso. Sí lo que vino el día después: el 19 de Julio, es decir, un día tal como el de ayer. Y lo que vino fue la insurrección.

Ayer las calles de Madrid se llenaron de ese sentimiento.

Gracias Layla Martínez por recordarme las fechas y los acontecimientos.

Carlos Ruano again



Otra vez emocionado con mi profe: Carlos Ruano.



miércoles, 18 de julio de 2012

No es una reseña cualquiera de "Neorrabioso", simplemente no es una reseña By Giovanni Collazos





Yo lo he visto caminando por la calle Princesa y hablando consigo mismo o tal vez con su padre. Fue una de esas tantas noches en las que harto de mis pesares y tristezas, harto de Madrid, harto de muchas injusticias, fui a verle al garaje donde trabaja como conserje. Noches aquellas donde hablábamos de todo, donde sentía que la amistad iba creciendo, aunque él no quisiera. Pero era inevitable, todo correspondía a un proceso natural. El vino y las cervezas ayudaban. Nos mostrábamos tal cual somos. Será también que los dos procedemos de abajo, él de los campos de Lauros y yo de las calles desvencijadas de Lima, ambos escribiendo desde el suelo y desde la entraña, sin dobleces. Luego en las calles de Madrid, curtiéndonos sin miedo en las manifestaciones (el año pasado, recuerdo, en una de esas que, llegamos hasta el congreso con un grupo de gente, en cuyo frente habían algunos radicales, me sumé a ellos en primera línea, encarando a la policía y queriendo tumbar las vallas. Gio, ten cuidado, me decía). No me puedo olvidar lo importante que fue su apoyo en muchas situaciones difíciles que pasé, su confianza en mí y en mi poesía, es de las pocas personas que cree en lo que hago desde que me conoce. Por eso ahora se me hace difícil hablar de su libro, porque carezco de objetividad; decir un simple me gusta no estaría a la altura de nada. Yo no puedo decir nada sobre el libro, pensaba, porque desde que descubrí su blog me encantaba lo que escribía, incluso esos poemas que publicaba con el seudónimo de “Burroski” cuando participaba en el foro poético de “Libertad 8”. Igual quería escribir, decir algo sobre su obra, aunque no sepa escribir reseñas. Cada vez que conversaba con él aprendía algo nuevo, alucinaba con lo que sabía y hasta ahora me sigue sorprendiendo. La cantidad de libros que se ha leído los mantiene en su cabeza y para mí siempre es agradable tener una charla con él. Tengo muchos de los cuadernillos con sus poemas y pintadas que regalaba en sus recitales, siempre le pedía dos, uno para mí y otro para Claudia, mi ex novia, porque ella también leía su blog y seguro que lo sigue haciendo. Soy testigo de esa terquedad razonada que tenía a no querer publicar, entre esas razones estaban en que eran muy pocas o ninguna las editoriales que quisieran publicarle sus poemas y sus pintadas sin tener que dejar de escribir y publicar en su blog o seguir regalando sus cuadernillos. Él no cree en la propiedad intelectual, no le importa que copien sus poemas, es una especie de anarquista poético con un corazón grande, con una nobleza de niño, con cierta inocencia de persona que aun no está del todo contaminada por la malicia de la ciudad. Yo le miro a los ojos y veo en ellos limpieza. Lo que escribe es él. Lo que escribe sobre su padre, los poemas, ese dolor que nunca se irá (hay que aprender a vivir con ello, pero no sé como se hace eso, yo no sé nada sobre eso, no puedo decirle nada de eso). “Queréis acostúmbrame a la muerte / pero la muerte / no es ninguna maestra / no es ningún telescopio / la muerte no es ningún atlas / no da sabiduría / la muerte no da nada / más que miedo / silencio / soledad / y rabia”. Ese amor, ese echarle de menos, es lo que hace sentirme más identificado que nunca (aunque mi padre esté vivo, existen barreras infranqueables). Y ni que decir sobre los poemas que le escribió a su ex amor; también la conocí y tengo que decir que me caía bien. Ese amor donde no cabía ningún tipo de remilgo, ni rosas, ni margaritas “La que muerde el candado hasta que saltan las puertas de noche. / La que descubre caimanes en el zumo de naranja”. El hombre que vino a Madrid a querer ser poeta, a dejar su impronta, aunque no le interese tanto eso. El hombre desprendido, el que profesa cariño a la humanidad, el que amó a su vaca y a su perro. Cuando presentó por primera vez el libro en un bar de la calle Pez en Madrid me hizo brotar lágrimas y no sólo a mí, hubo a quienes también le brotaron, fue emocionante, muy emocionante, sobre todo verlo recitar el poema “La muerte” donde se quebró y con la voz rota siguió recitando de memoria. De los poemas políticos me parecen todos acertados, teniendo en cuenta la dificultad que para mí representa escribir un poema político o social sin llegar a ser discursivo o panfletario; quisiera hacer acá un pequeño acápite diciendo que percibo una influencia de Vallejo en algunos de sus poemas políticos como en “Rebeldía” (pag. 132) y “El hombre no ha concluido” (pag. 134), probablemente se ría el poeta cuando lea esto que pienso, porque es más de Neruda, aunque sé que ama a Vallejo. “¡Cómo estiras la trenza de los meses! / ¡Cómo asomas tus brazos de garganta / ante la pluma sorda del jilguero! / ¡Cómo al perro le llamas perro, al loco loco / y al hombre injusticia!”. Del poema del “Andamio” no diré nada porque siempre me lo dedica, es uno de los que más me gusta (Lo dije, mi falta de rigor). Y su pobrecita Natalia “Cráneo de leona política”, aquí el poeta se vuelve a ilusionar por una joven, inteligente y bella estudiante del último año de filología donde los poemas se convierten en una especie de revolución e “infantilería” (he visto la cara de Batania cuando la ve llegar, se pone como un niño) “Ningún sin papeles será detenido esta noche en Madrid; / cuando la mujer que amo se acerque y me bese en los centros, / las patrullas huirán acosadas por troyas de niños salvajes”. Entiendo esa emoción, yo también la sentí, hasta hace poco. El libro “Neorrabioso, poemas y pintadas” vale más que Euskadi y España, juntas. Es probable que me quede corto, pero el libro es la definición de un hombre valiente y bueno, al que conozco, la definición de un loco que se cree Batania.







Gio.

martes, 17 de julio de 2012

FLIC desde la GoPro de Pepe Naveiras



Naveiras montó lo siguiente en el FLIC:

Bueno, cogimos la GoPro y grabamos como 2000 fotos con dos segundos de diferencia, las he juntado en video caserico y aquí está el resultado.


AL LORO CON LA BANDA SONORA, ESPECTACULAR.

Ég anda de SIGUR RÓS



El nuevo videoclip de Sigur Ros procedente de su álbum "Valtari".



ARRABAL de Juan Bello


En el arrabal esas mujeres
ya no tienen piel.
                   La noche
es solo un quicio
del que pende un mar oscuro.

Un taxi moldea el asfalto.

Tras el velo de una ventana

tapiada
        qué hay. Los niños
tratan de encerrar el cielo
en botellas de cerveza.

La lluvia araña a los gatos.



poema extraído del blog de Juan Bello

domingo, 15 de julio de 2012

LUDOVICO EINAUDI



Gran pianista de larga trayectoria. Lo curioso es que conocía muchas de sus piezas pero no se las atribuía a él. Gracias a mi amigo Andrés Andino por descubrírmelo.



LAS CHICAS DE LA SEXTA PLANTA



Sencillamente deliciosa esta película hispano-francesa. Muy recomendable. Quizá un final muy predecible. Y sigo sin entender el premio César a Carmen Maura, pero lo demás es majestuoso y delicado.



viernes, 13 de julio de 2012

DONT GO SLOW de Benjamin Francis Leftwich



Este tío es pura delicadeza.



Este tema en acústico, al amanecer, es precioso.

LII.



dejar una nota en la mesa
es repetir el dolor con el que no pude en aquel instante


demasiadas voces fingiendo


creer en lo original
impider ver el puñal en la espalda


aterra saber que fuí yo el culpable de ponerlo allí


un niño con mi rostro
agarra mis tobillos y empieza a masticarlos


es lamentable sentir que no me repulsa
si tapo los ojos con las manos


en eso consiste el juego


pulir ambas caras
y la más brillante
sacarla a paseo


POEMA INÉDITO DE ÁNGEL MUÑOZ (CON ESTE POEMA SE CIERRA UN CICLO GRANDE Y VITAL)

EL TREN VERTICAL VUELVE DE LA MANO DE ALFONSO LÓPEZ



El Tren Vertical esta vez contará con la presencia de dos maquinistas de excepción por su gran recorrido en lo que se denomina desde hace tiempo como Poesía Visual: Yolanda Pérez Herreras & J. Seafree,  y la performance

sector de la exquisitez,

esta vez en Horizontal, y en constante crecimiento, esta vez una Lecturacción,

edición especial esta vez 14 de julio de 2012, sábado, y como siempre, en el bar Malatesta, calle Olmo, 3, metro Lavapiés. Espacio de Poesía Acción.

Ya los sabéis, no hay que rendirse, os esperamos. 

CREATURA FANZINE 78. GRACIAS A MI BUEN AMIGO KEBRAN



PINCHA AQUÍ

jueves, 12 de julio de 2012

NILS FRAHM en el Museo Reina Sofía



Ayer lo pudimos disfrutar varios afortunados. La moderna y espaciosa cafetería del Museo Nacional Reina Sofía se engalanó para recibir a uno de los mejores y creativos pianistas del momento: Nils Frahm.

La cosa es que no defraudó, todo lo contrario. Salimos flotando en un universo de teclas blancas y negras.

Os dejo, más abajo, una pequeña muestra de lo que este pianista es capaz de hacer.



ELEFANTE BLANCO de Pablo Trapero


Me apetece verla. Seguramente sea por la presencia de Ricardo Darín, el cual es una garantía de éxito, en cuanto a interpretación ser refiere. El resto del film no sé como discurrirá. Ya os contaré. De entrada os dejo el tráiler.




ODA AL INVIERNO de Jorge Eduardo Eielson



Oda al invierno

El invierno es todo frutas y linternas
Olvidadas y esqueletos santos de palomas
En el bosque. El invierno besa, enamorado,
Los labios gloriosos de la vid con sus labios
De granizo, y se duerme sobre ella.
El invierno puede venir un día, blandamente,
Por el valle y, cual un fósforo en la mano,
Llevarse una vida a su ciudad como un ladrón.
El invierno enjoya al hombre tristemente,
El invierno lava tumbas de monarcas
Y mendigos, y corona el áureo y viejo otoño
Con un rayo de ceniza en la cabeza. Respetad
Al invierno, la antigüedad de sus plantas,
Su cetro de rocío en la espesura; respetad
Los rostros eternos de los árboles y el viento
En su dominio, cuando cesa todo en torno
Y él se inclina, carcomido y sonoro, como un piano
En un estanque o como un muerto en una tumba.



Jorge Eduardo Eielson
 
 
 
 
 
OFELIA de Carmela García
 
 
 
 
entrada extraída del blog de ANA GORRÍA

martes, 10 de julio de 2012

RAMÓN JULIÁN en La Rambla



Un gran escalador: Ramón Julián. Varias veces campeón de nuestro país en la modalidad deportiva.


EL RÍO, EL ÁRBOL Y LA MUCHACHA por Adrián Massanet



Una vez soñé algo que luego he recordado durante muchos años. No estoy seguro de en qué momento exacto tuvo lugar ese sueño, pero lo más probable es que yo fuera muy pequeño. No tendría mucho más de cinco o seis primaveras. De lo que estoy seguro es que solamente lo he tenido una vez, este sueño que voy a contar, mientras otros han sido mucho más recurrentes. Y sin embargo sus imágenes se me han quedado marcadas por algún extraño hechizo de la mente…
Caminaba yo por un parque, un parque urbano, que luego se transformaba en un bosque. Es decir, que desaparecía cualquiera rasgo de la ciudad. A través de ese bosque llegaba a un río. Era un río muy agitado, muy bullicioso. Y, detrás de él, en la otra orilla del río, había una figura femenina. Se encontraba apoyada contra un enorme tronco derribado y cuyas raíces se levantaban muy cerca de la orilla del río. Ella estaba apoyada contra ese enorme tronco, mucho más alto que ella, y que poseía ramas también enormes, sinuosas. Esa figura femenina me saludaba. Yo, sin embargo, no conseguía ver su rostro. ya fuera por la luz del sol, que a su altura ofrecía algunas sombras mientras a mí me cegaban sus reflejos contra el agua, o bien por la distancia, que era la justa para no distinguir sus rasgos faciales. Creo que era una mujer, o una chica, de pelo castaño.
Me saludaba y me decía que fuera hasta allí. Y yo, hechizado por su presencia, estaba seguro de que debía ir hasta allí, pero no podía cruzar el río a nado. Así que me proponía encontrar un puente para llegar hasta ella. Subí por la orilla del río, en sentido opuesto a donde se encontraba ella. Y no encontraba ningún puente. Así que seguía subiendo. Caminaba tanto que el sol bajaba y llegaba el atardecer. Al fin, encontraba un puente, una pasarela sin barandilla ni apoyo de ninguna clase, que se balanceaba peligrosamente. Pero conseguía pasar, bastante atemorizado. Y a continuación bajé en sentido opuesto deseando ver la cara de aquella muchacha o mujer que me saludaba y que me resultaba tan intrigante.
Pero me perdía. Ni siquiera encontraba el árbol derribado. Caminaba hasta más allá del bosque y llegaba a una zona de colinas totalmente solitaria. Dejaba muy atrás el río. Se hacía de noche. Cuando estaba a punto de desfallecer de sueño, encontraba una valla, cerrada por un portón enorme de hierro negro. Y, detrás de esa puerta, una enorme mansión, también negra. Y en ese momento me quedaba dormido dentro de mi sueño.
A veces pienso en esa chica con el rostro borroso que no soy capaz de ver con claridad. También pienso en el tronco derribado. A menudo me he encontrado troncos caídos en bosques o en campo abierto, y el sueño vuelve otra vez a mí, como si ahora pudiera tocarlo. De modo que toco el maldito tronco caído que me encuentro en alguna parte y me vuelvo a sentir un poco más adentro de mi sueño, de aquel sueño.
Cuento este sueño porque estoy convencido de que no se sueña esto o aquello por el mero azar. Dicen algunos que los sueños son nada más que imágenes que el cerebro guarda y luego ordena a su antojo hasta formar muchas veces narraciones que nos hipnotizan y a las que es fácil encontrar símbolos o metáforas de la propia vida. No ha faltado gente que me ha comentado que esa mujer es mi madre, o que explica algunos sentimientos míos acerca de las mujeres, o cosas por el estilo. También que esa mujer es la muerte (acentuado, claro, por la presencia del río…), y que algún día la encontraré, etc… Pero más que explicaciones o enigmas, más allá de que pueden ser imágenes que el cerebro recolecta para mantenerse activo en las horas nocturnas, lo que me interesa es lo que hacen sentir a cada uno los sueños.
A mí, particularmente, pensar en ese sueño me ayuda a regresar, por razones que se me escapan, a las zonas más recónditas y misteriosas  y tenebrosas de mi infancia. A sentirme de nuevo en esos territorios, en los que casi cualquier cosa podía pasar. Ahora solamente sueño con mi trabajo, con mis padres, con personas a las que echo de menos y que nunca más volveré a ver, con situaciones terribles, humillantes, violentísimas, que me ha tocado vivir, con miedos, con frustraciones, o con anhelos que no sé si algún podrán cumplirse.
Es decir, ya no sueño. Ya no soy libre. Y cuando era un enano cabezón y feliz (porque era muy cabezón) tenía unos sueños acojonantes.


OTRO FORMIDABLE ARTÍCULO DE MI AMIGO ADRIÁN MASSANET. AMÉN DE SU SUEÑO QUE NOS NARRA Y SOBRE EL QUE REFLEXIONA, ME PARECE UN RELATO CORTO DE UNA MAESTRÍA TREMENDA.

Un poema de RAFAEL CADENAS


Sitio Web de la Imagen
 
 
DERROTA
Yo que no he tenido nunca un oficio
que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida
que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo
     que mudarme es una solución)
que he sido negado anticipadamente y escarnecido
     por los más aptos
que me arrimo a las paredes para no caer del todo
que soy objeto de risa para mí mismo
que creí que mi padre era eterno
que he sido humillado por profesores de literatura
que un día pregunté en qué podía ayudar y la
     respuesta fue una risotada
que no podré formar nunca un hogar, ni ser brillante,
     ni triunfar en la vida
que he sido abandonado por muchas personas
     porque casi no hablo
que tengo vergüenza por actos que no he cometido
que poco me ha faltado para echar a correr por la calle
que he perdido un centro que nunca tuve
que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente
     por vivir en el limbo
que no encontraré nunca quien me soporte
que fui preterido en aras de personas más miserables
     que yo
que seguiré toda la vida así y que el año entrante
     seré muchas veces más burlado en mi ridícula ambición
que estoy cansado de recibir consejos de otros más
     aletargados que yo /"Ud. es muy quedado,
     avíspese, despierte")
que nunca podré viajar a la India
que he recibido favores sin dar nada a cambio
que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma
que me dejo llevar por los otros
que no tengo personalidad ni quiero tenerla
que todo el día tapo mi rebelión
que no me he ido a las guerrillas
que no he hecho nada por mi pueblo
que no soy de las FALN y me desespero por todas
     estas cosas y por otras cuya enumeración sería interminable
que no puedo salir de mi prisión
que he sido dado de baja en todas partes por inútil
que en realidad no he podido casarme ni ir a París
     ni tener un día sereno
que me niego a reconocer los hechos
que siempre babeo sobre mi historia
que soy imbécil y más que imbécil de nacimiento
que perdí el hilo del discurso que se ejecutaba en
     mí y no he podido encontrarlo
que no lloro cuando siento deseos de hacerlo
que llego tarde a todo
que he sido arruinado por tantas marchas y contramarchas
que ansío la inmovilidad perfecta y la prisa impecable
que no soy lo que soy ni lo que no soy
que a pesar de todo tengo un orgullo satánico
     aunque a ciertas horas haya sido humilde hasta
     igualarme a las piedras
que he vivido quince años en el mismo círculo
que me creí predestinado por relámpagos de falsedad y no
     he podido derribarme, barrer todo y crear de mi
     indolencia, mi flotación, mi extravío una frescura
     nueva, y obstinadamente me suicido al alcance de la mano
me levantaré del suelo más ridículo todavía para
    seguir burlándome de los otros y de mí hasta el
    día del juicio final.


EXTRAÍDO DEL BLOG DE DAVID GONZÁLEZ

AFASIA PARLANTE de Vicente Luis Mora

Diamela Eltit, Jamás el fuego nunca; Periférica, Cáceres, 2012 








A esta época, como sabemos, le gustan los huesos. No todos los huesos, se aseguran de elegir bien, disputan y a veces se matan por esta elección: solamente los huesos que se pueden recubrir con un texto
Pierre Michon, Abades
En varias ocasiones he mencionado en este blog el nombre de la narradora chilena Diamela Eltit, a mi juicio uno de los grandes nombres de la narrativa en castellano, que sigue siendo aún bastante desconocida por los lectores españoles. La búsqueda en el ISBN no arroja mucha luz, por lo que es posible que Jamás el fuego nunca (Periférica) sea la primera novela publicada en nuestros lares de la fabulosa autora de Los trabajadores de la muerte. De hecho, para poder leerla tuve que comprar sus libros en Estados Unidos en ediciones latinoamericanas.
Pero nunca es tarde para internarse en el mundo fascinante y áspero de las historias de Eltit, y no se me ocurre mejor modo de comenzar viaje que esta magnífica novela, publicada en Chile en 2007 y ahora presentada en España, construida a través de la voz en primera persona de una mujer luchadora que masca su doliente paciencia en una crispación estructural, formalizada en una primera persona que a veces deviene segunda. La voz ha sobrevivido a la lucha ideológica contra la dictadura de Pinochet dentro de una célula comunista, a la prisión, a la pérdida de un hijo y a una relación de pareja que se sostiene sólo por la costumbre o por la lealtad debida a un pasado compartido de clandestinidad. A partir de estos marcos referenciales, el universo de Jamás el fuego nunca (el título es un verso de César Vallejo) presenta un durísimo y desangelado retrato de la vida de esta mujer sin nombre, que no ahorra la deshumanización habitual en las novelas de Eltit, una de las características por las que más conocida es su narrativa. Eltit va ahondando psicológicamente en las cosas y en las personas hasta que las deja en su estructura menor, en su esqueleto, en su chasis. En la dialogía entre lo carnal y lo óseo se establece, entiendo, una de las claves de la novela. Respecto al primer extremo, lo celular, el doble juego entre la célula como unidad mínima de lo vital y la célula política comunista ha sido bien visto por Mónica A. Ríos, quien escribía con acierto en su reseña a la edición chilena: “en esta novela, Eltit presenta una imagen ya conocida en su escritura: el cuerpo padece lo que la sociedad. Ese reelaboración –en negativo– de la metáfora organicista que los políticos del Iluminismo usaron para describir el comportamiento de los individuos en la sociedad moderna es trasladada aquí a partir de su unidad mínima: la célula, que vincula la unidad biológica de los cuerpos con la base de la jerarquía revolucionaria y el aislamiento moderno”. Algo explícito en la novela: “para asumir que estamos fundidos en la misma célula, en la célula que somos y que nos dispara ya hacia la crisis, una crisis celular o un deteriorado estado celular” (p. 81). Esta es una de las puertas de apertura de sentido, pero la otra es desde luego lo óseo, por no decir lo osificado. Para la narradora (y, me permiten la extrapolación, para toda la narrativa de Eltit), lo esencial de lo humano no está en lo celular (lo vital), sino en la osamenta, en la estructura medular de resistencia: “sí, un poder que había ofendido la única consistencia del cuerpo que, sabíamos, era primordialmente óseo” (p. 145). Eltit es consciente del dicho mallarmeano de que la carne es triste y a su juicio el consuelo no son tanto los libros como los huesos, la parte que dota de firmeza y estabilidad ese sujeto feble que somos y que sólo alcanza dignidad en cuanto (se) resiste.
Uno de los grandes aciertos de este libro es el tiempo fantasmal y ucrónico desde el que está narrado, como si la larga noche de piedra de la dictadura hubiese anulado el tiempo y lo hubiera vuelto eterno; por momentos la habitación donde conviven la protagonista y su pareja parece una Comala rulfiana llena de espectros del pasado, compañeros del viaje revolucionario devenidos símbolos de la decadencia y desaparición de una resistencia. José Antonio Rivera Soto ha relacionado este tiempo utópico con el tiempo histórico del materialismo dialéctico y ha esclarecido algunos puntos de relación entre la novela y la obra de Marx, que funciona a veces como hipotexto del monólogo de la protagonista[1].
Como vemos, hay numerosas capas de significación en esta novela soberbia y devastadora, cuyos temas son pasados por el rodillo de un lenguaje narrativo preciso, óseo, seco y despojado; un lenguaje afilado que lejos de decir menos dice todavía más del despojamiento emocional, ideológico, verbal y de esperanzas sufrido por una generación de izquierdistas chilenos. Frente a esa mostrenca realidad histórica, Jamás el fuego nunca “puede ser leída como el peregrinaje de una comunidad (…) des/amparada del lenguaje”, según dijo Julio Ortega sobre otra novela de Eltit, Mano de obra. En cierto lugar de la novela leemos: “es que ya no sentía mientras copiaba una a una las palabras que yo misma había seleccionado. De pronto empezaban a perder su propósito o sencillamente se alejaron de mi mano” (p. 73). La afasia como síntoma de la rendición ante el poder, como le sucede a Calibán en La tormenta de Shakespeare, que pierde su lengua en detrimento de la del usurpador, o “la renuncia silenciosa de Grillparzer y de Mörike a seguir trabajando (…) el callar sobre el callar por el sentimiento de empecatamiento, la culpa metafísica, o la culpa humana, culpa en la sociedad por indiferencia, por defecto. (…) En nuestro siglo me parece que esas caídas en el silencio, los motivos para ello y para el retorno desde el silencio, son de mayor importancia para la comprensión de las realizaciones lingüísticas que las preceden o siguen porque la situación se ha agudizado”[2]; sí, tenía y aún tiene razón Ingeborg Bachman: se han hecho más intensas que nunca las formas del silencio ante el poder, frente a las cuales se levanta, arisca y atronadora, esta novela brutal. Jamás el fuego nunca politiza y hace estruendoso el silencio social culpable, interiorizado y comunal a la vez, simbolizado en una habitación marital osificada, poblada de muertos, donde las frases han perdido el afecto y la emoción y el único discurso con sentido es el de los ralos números con que la protagoniza retrata su pobreza cotidiana. Estamos ante una obra monumental de obligada lectura porque a nadie puede dejar indiferente ni el dolor colectivo que narra ni la excelsa forma con que está contado.

[Relación con autora y editorial: ninguna] 
 
 
 
ENTRADA EXTRAÍDA POR COMPLETO DEL BLOG DE VICENTE LUIS MORA

lunes, 9 de julio de 2012

Mi buen amigo Alfonso López en EL OJO EN LA CERRADURA



Este miércoles andaré entre versos, llaves, cerraduras, radiografías, etcetéceros y etceterunos.
Palabras a cuestas toda la vida; las mismas, no, que no me llega este lunes en que escribo esto.

Os espero a toda las personas que andéis por aquí... o por allín.

Un abrazo o abraza,

Alfonso 
Alfonso López

"Las mismas palabras a cuestas toda la vida"


XVII convocatoria de

El ojo en la cerradura

ciclo mensual de poesía que se propone arrojar luz sobre el microcosmos íntimo y creativo que se esconde detrás del trabajo del poeta invitado


Coordinado por el colectivo de poesía Lavarca Ebria

Alfonso López (Gamonal, Burgos, 1971). Sus poemas han aparecido en diversas revistas, entre otras, Alabastro, Cuadernos del Matemático, Generación Espontánea, y en la antología Poesía Capital, Sial ediciones (2009). En 2010 se publica el libro Trampolín Etcétera, en el que acompañan al poeta invitado Sergio Cruz Placer e Hipólito García “Bolo”. Reside en Lavapiés, Madrid, donde coordina el ciclo de poesía: "El tren vertical".

El ojo en la cerradura:
1. Benito del Pliego: "Entorno al viaje"
2. Beatriz Russo: "La influencia del prerrafaelismo en La prisión delicada"
3. Juan Soros: "El camino a Tarsis"
4. Nuria Ruiz de Viñaspre: "Disección"
5. José Luis Gómez Toré: "Mirada y sueño"
6. Sandra Santana: "Lo que no es"
7. Ángel Guinda: "Arquitextura"
8. Julieta Valero: "¿Palabra en libertad?"
9. Noni Benegas: "Cuerpo y sueño"
10. Rodrigo Galarza: "Tierra sin mal"
11. Miguel Ángel Gara: "Las ciudades inútiles"
12. Eva Chinchilla: "Desconocer"
13. Blanca Morel: "Indagación en la dicha"
14. Hipólito García Fernández, Bolo: "No te entiendo casi todo"
15. Marcos Canteli: "a la casa"
16. Ernesto García López: "NO-YO"

sábado, 7 de julio de 2012

Marche Funèbre by Soap and Skin



Soap and skin y su Marche Funébre me tienen hipnotizado.


Alexander Huber en libre



Alexander Huber. Una máquina escalandao en libre.


UNGARETTI y GIRONDO, recientes adquisiciones



Ungaretti









Oliverio Girondo


EL PUTO AMO by Pepe Pereza


Paulino había sido un subordinado toda su vida. Sus escasos estudios le impedían optar a algo mejor. Con el tiempo había asumido que seguiría así hasta que la jubilación lo apartase de su oficio. Hasta que llegase ese momento seguiría limpiando oficinas. Como era el último mono, cualquier pichicato podía ordenarle fregar lo que otro había ensuciado. Y él se veía obligado a obedecer sin dejar de sonreír. Tantas horas de sumisión alteran el carácter y la personalidad de cualquiera. Lo vuelven débil y cobarde. Llega un momento en el que agachar la cabeza ya no importa demasiado. Te convences a ti mismo de que lo que realmente importa es la nómina. Al final, en lugar de protestar por tus derechos más legítimos, hundes la mirada en el suelo y dejas que cualquiera pase por encima de tu orgullo. Pero Paulino tenía un método, una válvula de escape: Sadomaso. Acudía a aquellos locales una vez por semana. En cuanto se calzaba la máscara de cuero se transformaba en un tipo dominante que dando órdenes sin titubear sometía a su sierva. Si no era obedecido de inmediato sacaba la fusta y azotaba las nalgas de la mujer hasta hacerlas sangrar. Entre aquellas cuatro paredes él era el puto amo. Con la máscara de cuero él ostentaba poder. Un poder de alquiler y pagado de antemano, pero néctar vigorizante para su dignidad. La puta lamía literalmente sus botas mientras él, henchido de satisfacción, le gritaba:
- ¿Quién es tu puto amo?
- Tú y solo tú.
Paulino era consciente de que todo era un juego, no obstante las palabras de la puta le sabían a gloria bendita. Allí, él era un h-o-m-b-r-e.
- ¿Quién es tu puto amo?
- Tú y solo tú.
- ¡Dilo más alto!
- ¡¡TÚ!!
- ¡Más alto, qué te oiga todo el mundo!
- ¡¡¡TÚ, TÚ Y SOLO TÚ!!!
Entonces eyaculaba en la cara de la fulana.
En cuanto se quitaba la máscara Paulino dejaba de ser altivo y volvía a su personalidad habitual, es decir, un tipo mediocre y apocado.
Al día siguiente, mientras pasaba la fregona, pensaba en su sierva recibiendo el esperma en la boca. Entonces su pene se levantaba como un puño en alto. Un inhiesto estandarte con el que protestar por tanta servidumbre. Y ya que él se tenía que doblegar a diario, en compensación y por justicia que su polla hiciera lo contrario.
Texto: pepe pereza
Ilustración: Pedro Espinosa
 
 
EXTRAÍDO DE SU BLOG ASPEREZAS

jueves, 5 de julio de 2012

Pablo Barbero, de los mejores del momento



Pablo Barbero, uno de los mejores escaladores españoles del momento.