si matas el temor a pajas
cuando tenía
dieciseis años
me masturbaba
con demasiada avidez
como si el mundo
que giraba entorno
a mi pene
fuese a desaparecer
de un momento
a otro
bajo las losas del baño
sí
me masturbaba tanto
que las piernas
llegaban a flojearme
y los mareos
aumentaban
si pasaba
de las cuatro
o cinco
pajas diarias
cuando tenía
dieciseis años
practicaba en soledad
sí
de veras
ensayaba demasiado
temiendo
que llegado el instante
no supiese
dar
ni siquiera
mi primer beso
Del poemario inédito AMOR MANUAL.
Gracias a los dos, porque de la mala hostia surgen cosas bellas.
8 comentarios:
Se te quiere, mucho :) BesosS
Esos tiempos son así, eufóricos y excesivos, aunque después...
Besitos.
La adolescencia es un tiempo extraño...
Besicos.
Je, je, je... No me hables de pajas que últimamente he entrado en celo.
Me gusta esta nueva etapa. Con tu permio te lo rapto para darle algo de calidad a mi blog.
Abrazo grande, grande, grande
Mola, tío.
Un abrazo.
Es este sin duda buen manual para el amor.
Aquí quedamos, entonces, a la espera del segundo poema. Un beso.
Vigoroso, locuaz y rotundo.
Promete, promete.
;)
gracias a los siete, A LOS SIETE, de verdad, disculpad si el tiempo me apremia para no contestaros uno a uno o no poder entrar en vuestras casas tan a menudo, pero os agradezco de corazón vuestras visitas y comentarios, pero entre una exposición fotográfica y una antología que estoy tratando de coordinar, no tengo tiempo ni para respirar, abrazos grandes. voltios.
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