viernes, 3 de septiembre de 2010

UN ODIO NUMERADO

8.


cada vez
que abro
el buzón
y lo encuentro
cargado
hasta las perchas

maldigo
contra
los carteros comerciales

los de la propaganda

sus jefes

y hasta maldigo
en arameo
pidiendo
que ardan
las imprentas

garantizo
que tras el desahogo
me tocaba cargar con el muerto
y deshacerme de él
en mis bolsas de basura

hasta que decidí
que ni una vez más



yo soy de esos
que vacían sus buzones
de propaganda
en los buzones vecinos

del mismo grupo
marrano
que tira la propaganda
al suelo
del portal
cuando está
de mala uva


yo soy de esos

lo pone
en mi buzón

5 comentarios:

Luisa dijo...

Hola, Voltios.
He pasado a saludarte. He vuelto.
Yo tengo un buzón con dientes. Imagina.

Un besazo.

Sergio dijo...

Con lo que fueron los buzones y en lo que los han convertido. En pereza y mirada desconfiada.

Begoña Leonardo dijo...

Qué chico más malo eres, pero yo también...
Te abrazo

jens peter jensen silva dijo...

Nunca podré entender ese odio hacia los repartidores de publicidad, las vejaciones e insultos que yo he visto, que te traten de tú, que te impidan el paso, que te vigilen como si fueras un delincuente cuando, en realidad, todos ellos vuelven a sus casas cargados de bolsas con publicidad que transportan no gratuitamente, si no habiendo pagado, además, por lo que llevan en su interior, vuelven de las tiendas donde han buscado las ofertas de los folletos publicitarios que los hijos de puta de los carteros comerciales meten a escondidas no vaya a ser que los vean y los insulten una vez más por hacer un trabajo honrado muy pero que muy mal pagado...
Te digo esto sin acritud, amigo, colega. Es que uno de mis trabajos es el de repartidor de libros del círculo de lectores (en breve lo dejaré por fin), y una vez al mes (más o menos) tengo que repartir las revistas, que vienen con nombre y apellidos, y he de sufrir en mis carnes el trato que se les da a los carteros comerciales, esto me ha hecho reflexionar a menudo sobre la calaña humana.
Abrazo

Ángel Muñoz dijo...

no jodas vel, como me lo voy a tomar como algo personal, se trata de una apreciación, un poema, un sentimiento aislado en un momento dado el que trato de reflejar, por supuesto no siempre me siento así, y entiendo perfectamente lo que dices, antes de ser lo que soy he sido de los que llamaba al portero y decía: "me puede abrir, cartero comercial.". un abrazo amigo.