En la primera ecografía no
tenía corazón.
Una semana amando
tres centímetros sin corazón.
Y lo más parecido
a la pequeña mancha
negra era un pequeño
ataúd. Un nudo del tamaño
de un huesito de pollo
en la garganta.
Y lo más parecido a amanecer
velando tu respiración:
el jadeo del mar bajo un cielo de estaño.
Recordé a un poeta
cantor de la familia
tardocapitalista y te hizo gracia.
Una semana después
la libertad.
extraído de la antología POESÍA EN MUTACIÓN editada por ALPHA MINI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario