miércoles, 11 de agosto de 2010

CUANDO DUELE Y DUELE DE VERDAD- BATANIA


Total, que llevo tres días haciendo los peores papeles de mi vida, aquellos que nadie quiere, a saber:

a) el papel del hombre abandonado
b) el papel del hombre suplicante
c) el papel del hombre débil

El problema principal es que me falla la respiración. Me ahogo. Tampoco ayuda la falta de sueño y la poca gana de comer. He mejorado en las últimas horas, sobre todo desde que fui a casa de U Minúscula, y en el momento en que escribo esto respiro bastante bien y por eso estoy escribiendo.

Empiezo por los agradecimientos. En primer lugar, a todos los que se han puesto en contacto conmigo (los que lo han conseguido). A todos. Destaco entre ellos a Gsús, que me ofreció su propio piso, a U Minúscula, que me invitó a su casa, me calmó y me hizo un plato de pasta, a Bárbara, que me llamó desde Asturias y aguantó más de una hora de mi insufrible patetismo, a Giovanni, siempre con sus mensajes de ánimo, a Sonia, que me ha ofrecido dos posibilidades de nuevo piso que voy a mirar, y a Verónica, que se plantó en mi garaje e hizo todo el turno de trabajo conmigo (ocho horas). También a los blogs de Ada Menéndez, Irene Gruss y Cuba Inglesa.

También a Apneica. Gracias. A U Minúscula se le ocurrió la idea de que me fuera cinco o seis días a la casa de Apneica en Granada, viaje al que se incorporaría después ella misma, y yo acepté en un principio, pero al final lo he parado, porque soy incapaz de dormir en una cama a la que no estoy acostumbrado, salvo que esté con Iratxe. Todavía recuerdo la vez que me fui sin Iratxe a una reunión de poetas jóvenes en el Puerto Santa María, hace tres años, y pasé los tres días a golpe de café porque no dormí ni un solo minuto. La gente alucina conmigo pero es verdad: necesito al menos cuatro o cinco días para acostumbrarme a una cama diferente.

A partir de ahora me cambia la vida. Me voy a un piso nuevo, todavía sin concretar. Era Iratxe (cobra mucho más que yo) la que asumía gran parte del gasto de mis camisetas y mis cuadernillos, por lo que a partir de ahora bajaré el pistón.

Sobre estas confesiones y las de días anteriores. Frente al escritor de ficción, que puede inventarse lo que le dé la gana, creo que el escritor confesional debe tener una ética, y esa ética le debe obligar a escribir también sus derrotas y miserias. Me ha tocado una época de miseria y la cuento igual que contaba las épocas buenas. No creo que deba escamotear al lector algo tan importante como el final de mi relación con Iratxe, porque lo que escriba sobre ella a partir de ahora va a venir marcado por este hecho. Considero que debo escribir como siempre: con naturalidad y sobre la circunstancia que ocupe mi corazón.

Otra cosa. No me saquéis el tema en los bares, por favor. No quiero hacer el papel de viuda de España. Y no insistáis con el abanico de mujeres que, al parecer, se me van a ofrecer a partir de ahora. Vamos, hombre: no soy tan tonto ni tan mala persona como para ignorar que, en estos momentos, sólo sería capaz de hacerlas daño. Mi cerebro está ocupado aún por Iratxe, y debo pasar por un período de lavado y reanimación.

A los que me han reprochado mi inactividad, que no luche por recuperarla, les repito que es imposible. Nuestra relación estaba ya muy deteriorada. Aparte de que, cuando una mujer te dice que no, hay que hacerle caso y punto.

Hemos roto definitivamente. Tampoco mantendremos nada amistoso, porque después de haberla disfrutado entera a qué me voy a conformar con menos. Pero intentaré escribirle un libro de homenaje, porque creo que nuestra relación fue algo grande y ella era (es) una mujer extraordinaria.

Gracias a todos otra vez. No dejéis ningún comentario en esta entrada, porque no tengo ganas de leer elogios ni críticas. Tenía que escribirla y ya está.


Extraído directamente de su blog y sin su permiso, pero es que leerlo me duele, os lo juro, y mucho.

Voltios dixit.

4 comentarios:

Mayte Sánchez Sempere dijo...

Vaya si duele...

Besos.

La abuela frescotona dijo...

mi niño...eres todo un hombre.
a pesar del ruego, mis años me permiten dejar el comentario, y así es el amor, eterno en sus instantes, pero libre como el aire.
lo mas bello de esto, es entender, que así es.
vamos remontando la cuesta Voltios, vamos que la vida apura
abrazos niño

Bletisa dijo...

No hay que hacer dramas Angel. La vida es como es y a veces ta da unos meneos que te hacen despabilar.
Ver a un amiguete pasarlo mal es un meneo en toda regla.
Eres un amor de persona y hasta por aquí se notan esas cosas.

Salud para Bata y para tí

virgi dijo...

Mis besos, querido Voltios.