viernes, 16 de julio de 2010

EXPOSICIÓN DE WILLIAM TURNER Y SUS MAESTROS



Antes de quedar con mi amigo Pablo para ver esta exposición en el Museo del Prado leí en una columna del periódico EL PAÍS un artículo relacionado con dicha exposición. En él (no recuerdo quién firmaba dicha columna) se contaba y argumentaba que en la muestra de TURNER Y SUS MAESTROS, el susodicho, osease Turner, no salía muy bien parado.

Ahora que he regresado de ver dicha exposición no le puedo ni quitar una coma al mencionado artículo. Toda la razón del mundo.

En primer lugar, el precio. Cobrar 10 euros en un museo como nuestro Prado por una exposición temporal me parece un abuso. En segundo lugar, tratar de vender, al espectador neófito en la materia, la grandeza de un pintor como Turner es un pufo grandísimo. Me explico.

Que yo recuerde, y tras varias lecturas en mi carrera de historia del arte y tras ella, William Turner fue un pintor que se debe tener en cuenta en la historia pictórica mundial por un aspecto importante. Por decirlo de algún modo, Turner fue el impulsor, o el motor, entre otros pintores del movimiento impresionista. Ya sé que suena a burrada pero me explico.

William Turner fue un plagiador, mal plagiador para mi gusto, que empezó a copiar obras de Claude de Lorena o Nicolás Poussin entre otros. Obras de magníficos pintores consagrados. Y todo ello lo hacía por una razón sencilla: poder recibir el reconocimiento de la Royal Society.

La Royal Society marcaba unas pautas, por decirlo de algún modo, a la hora de pintar. William Turner se las pasaba por el forro. En la exposición las evidencias son claras. Y amén de pasarse las normas por el forro se dedicó a copiar a los que él consideraba grandes pintores como los mencionados Poussin, Lorena, Canaletto, Rembrandt, Cuyp, El Veronés, Constable o Watteau. Estos intentos por parecerse a sus pintores de cabecera es lo que nos muestra el Prado. Unos intentos vanos, malísimos, en donde el protagonista de la exposición, Turner, sale perdiendo. Parece que el comisario de la muestra lo que ha querido es echar por tierra, aún más, a este pintor.

Ojo, que no digo que un pintor como Turner no le merezca a otro un respeto tremendo. Pero a lo que iba que me pierdo, lo único importante de Turner, es las pinceladas difusas que usó siempre en sus obras y que en las últimas acentuó de manera abrumadora, con esto lo que logró fueron cuadros más vaporosos, un mayor ritmo pictórico, un estilo nuevo (por mencionarlo así), pero fuera de las pautas mencionadas por Royal Society y trabajadas por los pintores a los que él consideraba sus maestros.

En resumidas, Turner fue una especie de plagiador que lo único bueno que logró al final de su vida es empezar a anunciar el impresionismo con sus pinceladas. Así, sus obras y las de otros de estilo similar, fueron los lienzos de cabecera para los Monet, Manet, Degás, Renoir, Cezanne, etc,.

Por tanto, si vais a ver la exposición os encontrareis con que Turner termina goleado incluso antes del pitido inicial, y perdón por el simil futbolístico.

Voltios dixit.

4 comentarios:

María Jesús Siva dijo...

Me encanta que me hayas contado todo esto. La verdad es que era una exposición que tenía en la lista. Ahora me lo pensaré.
Una muy buena crónica.
Besos

virgi dijo...

¡Vaya! Por una vez no estoy de acuerdo contigo. Como la explicación es muy larga, pues lo dejaremos pa' una ocasión en directo...
Besos

Ico dijo...

gracias por compartir conocimientos, plagiador o no tiene algunos cuadros sorprendentes en el uso de la luz.. pero claro no soy ninguna experta...

Anónimo dijo...

Hola, ängel.
No estoy muy decauerdo con lo que dices. Espero que me disculpes. Soy también liecenciada en Historia del Arte y estuve viendo la exposición.
El valor del trabajo desarrollado por un artista no puede contemplarse bajo los concptos de plagio, el ser humano no hace otra cosa que "plagiar" al primero que aprendió a llamar las cosas por su nombre, lahistoria del hombre no es más que una sucesión continua de "plagios", ni siquiera el ser humano más tremendamente "original" puede desligarse del desde dónde llega aunque sólo sea para poder romper.
El trabajo de Turner como pintor hay que considerarlo enclavado en su época y circunstancias. Siendo historiador sé que sabes que no hay otra forma de comprender la auténtica dimensión de cualquier obra artística. En una época como la suya tan plagada de academicismos, en un país como el suyo, con una escuela pictórica a sus espaldas en las que el paisaje se planteaba como mero telón de fondo de retratos aristocráticos, él tuvo la valentía de fijarse en que en siglos atrá el paisaje ya había sido tratado como casi portagonista: Tiziano, canaletto, Giorgone etc, todos pintores ajenos al escuela inglesa (no olvidemos lo que era Inglaterra políticamente en ese momento, poderío floreciente) y sí, tomando como ejemplo sus obras comienza trabajar sobre ellas haceindo más o menos versiones (esto no es plagio, esto es una forma de aprehender algo "extraño", tal vez muy meticulosa, tal vez poco..digamos que expansiva, pero de la misma forma, muy acorde con su época y sobre todo con el carácter de su país, la flema británica) y en este trabjo casi de investigación consigue vertebrar su porpia forma de interpretación del paisaje, efectivamente marcando hito, marcando paso para lo que después vendría: el tratamiento del paisaje (con todo lo que ello conlleva) com elemnto suficiente para dotar de valor artístico una pintura, a una representación en dos dimensiones (sólo el arte oriental había apostado por él desd sus inicios)...hasta nuestro días. Todos seguimos maravillándonos ante una buena fotografía de un paisaje.
Debemos a Turner muhco más de lo que podría pensarse, y creo que en la exposición queda muy bien reflejado y hasta explicado con tan sólo posar nuestra mirada sobre los diferentes lienzos.
Es sólo mi opinión, desde luego, :)
Recibe un cordial saludo