domingo, 5 de diciembre de 2010

ALGO PERSONAL SOBRE "BIUTIFUL"
















Alejandro González Iñárritu siempre nos había sorprendido con sus films anteriores: "Amores Perros", "21 Gramos" o "Babel" (los cuales él los consideraba como parte de una trilogía); pero con "Biutiful" llega a tocarte ahí, dónde más duele, y no hablo de la fibra, sino de la conciencia.

A diferencia de sus otras películas "Biutiful" es un relato totalmente lineal. No entremezcla historias para después unirlas en un final, llamémoslo, conjunto.

La interpretación de Javier Bardem creo, honestamente, que es la mejor que yo le he visto, superior incluso a las de "Antes que anochezca" o "No es país para viejos". Está tremendo el actor español en su papel, carga con la historia, se la echa a los hombros para depositarla en la conciencia del espectador. No es Bardem, es Uxbal, o tal vez sí, sea Uxbal en lugar de Bardem, se sobreponen para realizar el papel de su vida, pues jamás ha estado tan cerca del ser tan él como en esta obra de González Iñárritu.

Es cierto que "Biutiful" muestra miserias de sobra conocidas por todos: prostitución, top-manta, inmigrantes ilegales y un largo etcétera. Es cierto que Uxbal parece el redentor y el que trata de cubrir y proteger a todos con su débil manto. Es cierto, si me apuras, que la peli está llena de desgracias: la miseria del protagonista, la mujer bipolar, la custodia de sus hijos o el no haber podido conocer (ni recordar) a su padre. Sí, todo esto es cierto. Pero escarbando se encuentra mucho más. Tanto que sin darte cuenta las lágrimas quieren aflorar en determinadas escenas, y no son sólo lágrimas que brotan por haber pulsado la tecla correcta, no. Son lágrimas que nos hacen ver, una vez más, lo poco concienciados que estamos con problemas cotidianos y sociales que están a pie de calle. Ese es, creo, el mensaje. Iñárritu nos da un bofetón más en pleno rostro (aunque la prensa diaria ya lo haga) para ver si espabilamos. Aunque sea estéril.

Si a todo eso le añadimos la técnica depurada en crear escenas como la de un Bardem a punto de ducharse y con unos pañales puestos o los niños que miran asombrados como la chica senegalesa da el pecho a su bebé, tendremos una obra maestra. Sin olvidar la grandísima banda sonora, del siempre respetado, Gustavo Santaolalla.

Pueden ser demasiadas tragedias juntas en más de dos horas de film, pero yo me pregunto,
¿acaso es mentira lo que nos cuentan?

Y sí, "Biutiful" está mal escrito, sería Beautiful, ¿pero no lo pronunciamos así?

Voltios dixit.

2 comentarios:

VICTOR VERGARA dijo...

Barden es un monstruo. E Iñárritu es muy grande. Solo ver esta escena de la comida deja helado.

Gracias, No me la perderé, sin duda.

Abrazo.

Vale dijo...

Iré a verla pronto!
Bss