Por y para Juan Carlos Mestre.
Cuando se acaba el amor,
los culpables y los inocentes,
dejan de escalar el muro de la duda y se lanzan
a un vacío que pesa más
que una moneda de cobre.
Cuando el amor deja de ser amor,
un paraguas roto anuncia
el fin de otro mundo y los aeropuertos
se llenan de canciones de Dylan y
los cementerios
se cubren con una manta de lana.
Cuando el amor se vuelve ira,
hay un poema tiritando
bajo el felpudo,
un golpe sordo
bajo la tierra,
un portazo.
Cuando llega el desamor,
las estaciones de tren se vuelven
salas de tortura y los que aún viven el amor,
torturadores.
Cuando el desamor se vuelve verso,
una única lluvia lava la cara
de los arrepentidos
y los culpables y los inocentes
apagan la luz
de una habitación
a oscuras.
extraído de su blog LA METAPOÈTIQUE DES SENSATIONS
fotografía inédita de Ángel Muñoz
3 comentarios:
Muchas gracias, Ángel. Me alegro de que te haya gustado.
:)
madre de dios. la puta adolescencia.
el código de verificación dice: AFFEA.
Odile es genial :)
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