miércoles, 1 de diciembre de 2010

RENACIMIENTO by LA NIÑA DE LAS NARANJAS






Todavía no nos hemos dado cuenta de lo mucho que valemos. Todavía nos queda mucho por aprender porque aún no hemos comenzado a vivir. Da igual que la carrera termine dentro de unos meses o dentro de dos años, la cuestión es que seguimos en ello y hasta los veinticuatro aún tenemos tiempo para derrapar. Tenemos tiempo para equivocarnos, de cometer tantos errores como hagan falta para saber que no os necesitamos. Da igual que hayamos estado enamoradas, que hayamos cortado aun pensando que nos dejamos una puerta abierta si al cabo de un mes todo lo vivido se va al garete por la primera persona que nos pida un beso con un mínimo de educación. Todo eso, en serio, da igual. Da igual haber gastado los diecinueve y los veinte con una persona si al cabo de un tiempo sólo ha servido para cambiar los puntos de vista. Da igual que a los diecisiete fuéramos unas jennis si ahora sólo somos alternativas del tres al cuarto. Es igual. Da igual. No importa nada de lo vivido hasta ahora porque, realmente, aún no hemos llegado a nacer.
Estos veinte años son un apéndice a los nueve meses que pasamos dentro de un útero, porque todo lo que hemos dejado atrás es fácilmente derrochable por el retrete.

Da igual que nos sintiéramos importantes durante aquel espacio de tiempo, cuando te das cuenta de que antes también, e incluso más, eras una persona fascinante. Dan igual las películas de Gus Van Sant, dan igual los renglones perdidos para un fanzine que nunca te vería a la altura, dan igual las canciones de Sufjan Stevens. Al final, y sola, estarás bailando a The Sounds frente al espejo, sintiéndote bellísima aunque los demás, o ese, piensen que es un fallido intento de volver a los ochenta. En realidad, lo único que importa, es gustarse a sí misma. Da igual que la música de Zahara para él sea música jenni si tú sabes que realmente merece la pena. Da igual que escuchar Love of Lesbian para él sea pedante si realmente el único preocupado es él por ser diferente, cuando, realmente, sólo quiere ser parte de ese plancton de modernos que se agolpa a la entrada de la Escuela de Arte. Todo eso, ya, da completamente igual... porque a partir de hoy seré Adriana. Y esta Adriana es demasiado para él.

Puedo estar sola porque soy autosuficiente. Puedo ser Adriana porque el mundo no está perdido. Ni yo. Yo no estoy perdida. Y no, no necesito canciones, ni películas, ni recomendaciones, porque antes de conocerle ya sabía buscar las cosas por mí misma. Y no, no he perdido mi esencia. Y no, no necesito un diez para saber que valgo. Porque sí, porque soy mucha Adriana para tan poco hombre.


palabra de Awixumayita en domingo, marzo 29, 2009


Me llegó el libro hace poco a través de una petición expresa que le hice a mi amigo y colega Antonio Díez. El libro "LA NIÑA DE LAS NARANJAS" de Adriana Bañares es una auténtica joya literaria, y lo digo de verdad. Recopila muchos de sus post o breves relatos cortos, autobiográficos o no, para dejarnos sin respiración.

Me leí el libro en un santiamén y he tenido que releermelo para no perder ni una gota de esencia. ¡Es magnífico joder!

Editado por Ediciones Emilianenses, prólogo de BELEN IN RED, epílogo de ANTONIO DÍEZ, y contracubierta de JOSÉ MANUEL VARA.




Su blog aquí


Voltios dixit.

2 comentarios:

atrocity exhibition dijo...

buena chica la Awi...
gracias Voltios por el apoyo!
abrazo,
Vara

Angel dijo...

las gracias a vosotros, el cariño es recíproco amigo vara