viernes, 12 de abril de 2013

un poliángel, poema que me dedica Yolanda Saénz de Tejada en su blog





Lo conocí una noche.
En un antro de Madrid.
Su sonrisa me pilló por sorpresa
y desde esa noche,
sigue instalado en este corazón
que me bombea.

Le tuve que hacer un poema porque en los tiempos que nadan,
es la simbología perfecta para un poli:
alguien que ama y ayuda a las personas.
¿O no era eso para lo que fundaron el cuerpo...?

Va por ti,
guerrero,
por todo lo que nos queda por compartir,
de poesía y de futuro.







A Voltios,
que me inspira.



he conocido a
un niño
que podría ser
un adulto
pero
(por suerte para
mi alma)
no lo es.

He conocido a
un niño
(mira que te repites,
guapa)
que podría ser
mi amigo, y
ojalá
lo sea.

Y por último,
he conocido a
un niño
que tiene un corazón
tan grande
como una casa
de putas
y que vive
dentro
(y fuera, ¿cómo es posible?)
de una armadura.

Un niñopoli,
que inmensa
ternura…

2 comentarios:

SILDELSUR dijo...

Qué suerte!
Quedan pocos así!
Saludos

Ángel Muñoz dijo...

Gracias Sildelsur. Otro abrazo.