Mi amiga y poeta. Pero por encima de todo gran amiga, Carmen Moreno, nos recuerda en un post algo que es muy importante y que creo merece la pena leer:
Llevo toda la vida escribiendo poesía y desde los diecinueve años publicando. He ganado premios nacionales e internacionales y la Junta de Andalucía ha tenido a bien incorporarme a los clásicos escolares (pobres niños). He desayunado con José Hierro; charlado muchas veces con Juan José Tellez (el ejemplo a seguir); lo aprendí todo del Maestro, don Fernando Quiñones; he conocido, aunque a algunos de manera cibernética, a otros poetas que en lo personal son una maravilla, y a otros que es mejor olvidar rápido, rápido, rápido...
He escrito mal, regular, algo mejor, he tenido ofertas y rechazos; flechazos y odios súbitos; he descosido las palabras para coserlas luego a otras que no estaban cuando pasé por primera vez por allí. Ahora, toca dejarlo.
No es un adiós a la poesía (eso es imposible), pero sí un adiós al mundo de la edición después de que se publiquen los tres poemarios pendientes: Relámpagos (LVR Ediciones); Irremediablemente: Deconstrucción (Fin de viaje) y De-kantados. Es un adiós a las lecturas que ya no ofrecen nada nuevo de mí.
De momento, por este momento, creo que hay que dar un paso atrás.
Igual es que me siento más cerca de Black-Sabbath que de Serrat, o es solo cansancio, la causa no importa, es el hecho en sí.
No imagino a nadie yéndose de modo definitivo, ni para siempre de la poesía porque es imposible, pero no está mal decir hasta luego para mirarse dentro e intentar reinventarse.
Gracias a todos los que se subieron conmigo a un escenario y a los que me cedieron su espacio: Kico Gómez, Paco Medina, Pay Pay y toda la familia, FNAC, La Casa del Libro, El Olmo, Fundación Caballero Bonald, Pepa Parra, Dama Juana, Dolors Alberola, Charo Troncoso, Café de Levante, Chilango Andaluz, Iván Appu Vergara, Juan José Tellez, Airam Etxaniz, Marina Sanmartín, Ana Lucas, Carlos Salem, Carmen Garrido, Begoña Callejón, Ariadna García, a las Goizueta, y a los que se me olvidan.
Insisto en que solo es una despedida de la poesía sino de la edición impresa.
Nos seguimos viendo por ahí.
extraído todo de su blog que podeis ver aquí.
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