Me pareció muy
interesante el artículo que Gonzalo Torné publicó ayer en ElSindicato a propósito de la edición independiente en España, y
particularmente de la edición de poesía. Supongo que en este punto,
cuando hablamos de edición de poesía... lo de “independiente”
va muy relacionado, pues, puestos a pensar, las colecciones poéticas
de Lumen y Tusquets (pertenecientes a editoriales “más grandes”
tienen tanto de marginales como DVD, Visor, Bartleby... o incluso,
qué sé yo, El Gaviero Ediciones. Si las cifras de venta de
narrativa son sorprendentes, de las de poesía mejor ni hablar...
pero no es el sólo el número de ejemplares vendidos lo que otorga a
la poesía su marginalidad, también hay algo en el “continente”
que me da esa impresión.
Estaremos de acuerdo en
que Lumen, Tusquets y Pre-Textos hacen libros preciosos, pero también
estaremos de acuerdo en que DVD, Visor e Hiperión son a las tres
anteriores lo que, no sé, Debolsillo a Literatura Mondadori -hablo de formato no del trabajo que hay detrás-. Lo que
quiero decir a modo de respuesta a Torné es que efectivamente
editoriales como DVD optaban por un diseño sencillo y funcional, y
además barato y asequible. Si no fuera por este modelo de edición
las estanterías de un “iniciado” estarían vacías como lo
estarían las de quienes no alcanzaran a comprarse otra cosa que no
fuera un Compactos de Anagrama ¿será por eso que todos, en la
adolescencia, comenzamos leyendo Anagrama...? ¿Será el precio y no
el catálogo? No, no lo creo, sólo estoy exagerando. Sin embargo hay
que pensar en esto. En esto y en por qué las editoriales de poesía
no dejan de surgir en nuestro país. Sé que existirán más
editoriales dedicadas a la narrativa que a la poesía, pero dado el
nivel de ventas ¿qué hacemos aumentando de manera tan fuerte el
modelo de producción? Han sido muchas las que han intentado imitar a
DVD, a Visor y a Hiperión, pero eso es imposible porque, como más o
menos señalaba Torné, los buenos editores escasean, y si algo me da
pena de la desaparición de DVD Ediciones (como autora y, por encima
de todo, como lectora), es que muchas personas aún no han
comprendido el importante papel que esta editorial ha realizado
durante tantos años.
Sin DVD (larga vida y
amor, mucho amor a Sergio Gaspar, apunto), con un Hiperión muy
aburrido desde hace un tiempo y un Visor al que parece que le faltan
ideas... (en los dos casos, salvo excepciones), la pregunta es ¿hacia
dónde va la edición de poesía en nuestro país? Más allá de las
tres reinas (Lumen, Tusquets, Pre-Textos) quedan La Bella Varsovia,
Calambur, El Gaviero Ediciones, El Cangrejo Pistolero y otras tantas,
sí, pero sus catálogos aún son pequeños y su nivel atrevimiento o
posibilidad de investigar en el terreno de la poesía escrita en el
extranjero aún es pobre. ¿Qué papel va a tener aquí la edición
digital? ¿Serán los grandes sellos o los pequeños los que primero
se lancen a esta aventura? ¿Serán más reacios los lectores o los
propios poetas? ¿No es tiene libro de poemas clásico -aquel que se
compone de entre 30 y 80 páginas- el tamaño perfecto y deseable
para ser vendido como e-book? ¿Si un libro de poesía costara sólo
1'49... la poesía la compraría más gente? Hay demasiadas preguntas
que no puedo contestar pero que es necesario plantearse. Ahí lo
dejo. A ver qué pasa.
extraído del blog de LUNA MIGUEL
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