En Glasgow, cuando el joven Robbie va a la maternidad a ver a su chica, Leonie, y coge en brazos a su hijo recién nacido, Luke, se siente muy conmovido y jura que su hijo no tendrá que llevar la vida que él ha llevado, llena de dificultades y atrapada por los delitos que cometió en el pasado.
En los servicios a la comunidad, Robbie conoce a Rhino, Albert y Mo, para los cuales, al igual que en su caso, el trabajo es poco más que un sueño lejano.
Henri, el educador que se les ha asignado, se convierte para todos ellos, en su nuevo mentor para iniciarles en secreto... en el arte del whisky. Robbie descubre que tiene un verdadero talento de degustador, y muy pronto es capaz de identificar las barricas de los destilados más singulares, los más caros.
Junto con sus tres compadres, ¿Robbie se va a contentar con convertir ese don en un timo, en una etapa más de su vida de pequeños delitos y de violencia, o decidirá transformarlo en un nuevo porvenir, lleno de promesas? Solo los ángeles lo saben...
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