miércoles, 15 de julio de 2009

GRAN BUKOWSKI

ellos y nosotros

allí estaban todos afuera en el porche delantero
conversando:
Hemingway, Faulkner, T.S. Eliot,
Ezra Pound, Hamsun, Wally Stevens,
e.e. cummings y algunos otros.

"oye", dijo mi madre, "¿no puedes
decirles que se queden callados?"

"no", le contesté

"están hablando pura basura", dijo mi
padre, "deberían andar buscando
empleo"

"tienen empleo", le dije

"huevadas", dijo mi
padre

"exacto", le
dije

entonces Faulkner entró
tambaleándose
encontró el whiskey en el
armario y salió con
él

"que persona más terrible"
dijo mi madre

entonces se levantó y espió afuera
a la entrada
"tienen una mujer con ellos",
dijo, "sólo que parece
hombre".

"ésa es Gertrude", le
dije.

"hay otro tipo mostrando sus
músculos", dijo ella, "diciendo
poder darles la tunda a cualquiera de los
tres".

"ése es Ernie", le dije.

"¡y éste", mi padre me apuntaba,
"quiere ser como ellos!"

"¿es cierto eso?" mi madre preguntó.

"no como ellos", le dije, "sino uno de
ellos".

"tú te consigues un maldito empleo",
me dijo mi padre.

"cállate", le dije

"¿qué?"

"dije `cállate´, estoy tratando de escuchar a
estos hombres".


mi padre miró a su esposa:
"¿éste no es hijo
mío!"

"espero que no", le dije

Faulkner entró tambaleando a la pieza
Otra vez.

"¿dónde está el teléfono?"
preguntó.

"¿para qué mierda lo quiere?" mi padre
preguntó.

"Ernie acaba de volarse los
sesos", le dijo.

"¿ves lo que le pasa a hombres como
esos?" gritaba mi padre.

me levanté
lentamente
y ayudé a Bill a encontrar
el
teléfono.



Poema de Bukowski.




Como siempre ácido, duro.

No quería dejar pasar la oportunidad de hablar de él.

Éste poema, es una realidad muy grande para mi. Un sentimiento de incompresión en mis progenitores similar. Por eso lo subo a mi blog, y por salirme de los huevos, ¡que coño!


Voltios dixit.

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