Aquellas personas sabían mucho de poesía: se les notaba en lo gordas que
estaban y en lo firme del dedo índice con que lanzaban los “hayque”.
Nos dijeron que había que ser impersonal. Que había que ocultar,
escribir en clave, poner dificultades al lector, hacerle la vida
imposible. Nos alertaron (lo hacían por nuestro bien) contra la poesía
anecdótica, contra lo explicativo, contra lo obvio, contra lo político.
Contra lo confesional. Contra el exhibicionismo. Nos hablaron mucho de
la pausa versal, ¿recordáis? Hacer bien la pausa versal era lo más de la
muerte. Y escribir con un léxico de madrépora para arriba. Y no
apartarse un centímetro de Navarro Tomás, qué gran hombre aquel Navarro
Tomás: cuando tenga un hijo lo pienso llamar como él.
Así empezamos a leer a los poetas narrativos.
Así empezamos a leer a los poetas arrítmicos.
Así empezamos a leer a los poetas carnívoros.
Así empezamos a leer a los poetas cotidianos.
Así empezamos a leer a los poetas que defienden los fueros de la vida.
Hoy. Jueves. 19:30. Librería Traficantes de Sueños. C/Embajadores, Nº
35. Metro La Latina, Tirso de Molina, Lavapiés o Embajadores. Recital
POESÍA PARA ABRIR GRIETAS: Inma Luna, Ana Pérez Cañamares, Batania,
Alicia Es. Martínez y Pepe Ramos.
La poesía ha vuelto y yo no tengo la culpa.
extraído de la web de Batania
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