martes, 22 de mayo de 2012

Riechmann



Wrongo razona:

La felicidad se parece
a la destreza de la buena cocinera
que solo con las viandas
que en ese momento contingentemente alberga la
despensa
logra –haciendo de la necesidad
virtud– preparar una comida sabrosa
y en cambio rehúye al gran chef
que necesita su infraestructura culinaria impecable
y raros ingredientes importados
del mundo entero bien dispuestos en su cámara
frigorífica antes de mover un dedo

La felicidad es cocina casera, de temporada
y aprovechando lo que hay

Quien la piensa como nouvelle cuisine
desconstruccionista
se equivoca
:


Rengo Wrongo, Jorge Riechmann



poema extraído del blog de Eva Gallud

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