jueves, 17 de junio de 2010

EXPOSICIÓN en la FUNDACIÓN MAPFRE


Tras el exitoso paso de los maestros impresionistas del Museo d'Orsay por estas mismas salas, ahora es otro gran museo parisino, el Pompidou, quien cede a la Fundación Mapfre buena parte de sus fondos y coorganiza con esta institución y el Fotomuseum Winterthur esta gran exposición dedicada al surrealismo.
Se centra en dos lenguajes: la fotografía y el cine. A través de 400 obras (300 instantáneas, un centenar de documentos y diez películas, entre ellas «Un perro andaluz» y «La Edad de Oro»), podemos comprobar cómo los surrealistas hicieron suyos la fotografía y el cine como medio de subversión para sus juegos trascendentes, irreverentes, poéticos. La muestra se acota en dos décadas (de comienzos de los años 20 al final de la II Guerra Mundial), una época de fecunda experimentación surrealista. Están presentes iconos de este movimiento, como «Violon d'Ingres», «Blanca y negra» y «Las lágrimas», bellísimas y celebérrimas imágenes de Man Ray. Pero, lejos de ser una retrospectiva de hitos surrealistas, esta muestra nos relata cómo un grupo de hombres y mujeres, con Breton y su insaciable apetito visual a la cabeza, quisieron cambiar la vida (como postulaba Rimbaud). Y lo hicieron comenzando por cambiar la mirada.
Los comisarios, Quentin Bajac y Clément Cheroux, subrayan que no hay una sino muchas fotografías surrealistas. Y es precisamente esta diversidad y complejidad la que se quieren sacar a la luz en la exposición. El recorrido comienza con una curiosa selección de instantáneas de los propios protagonistas de este cerrado grupo. Muy curiosas las fotos que se hicieron los surrealistas en las cabinas de fotomatón: Breton y Buñuel posan con los ojos cerrados, Ernst y Tanguy hacen muecas, Dalí se pone vizco... También resulta interesante ver a un Cartier-Bresson que deja a un lado la fotografía documental para coquetear con el surrealismo.
Pueblan la exposición seres extraños, bellas y misteriosas mujeres que se tapan el rostro, pero sobre todo hay ojos, muchos ojos abiertos de par en par que nos acechan. Los surrealistas provocaron un auténtico seísmo de la mirada.


Noticia extraída del blog de LA PRINCESA DE HIELO

No deberiais perderla de vista. Una exposición que resulta un gran documento, valiosísimo, para los amantes de la buena fotografía.

Voltios dixit.

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