viernes, 25 de junio de 2010

UN BREVE RELATO by ÁNGEL MUÑOZ


disfraz


La delicadeza y la ternura se habían convertido en los estandartes de cada noche. Levantaba las sábanas, no sin antes observar como moldeaban un cuerpo, imposible de ser cincelado mejor. No quería provocar más rechazo en su vida, y ésta, sabía que era la mujer que siempre había querido encontrar.

La amó, quiso saborear la tenacidad de sus pezones pero el paladar seguía cargado con el aroma de los vasos de vino que había catado en la cena.

Fatigado cayó a un lado de la cama para dormir profundamente.


*******

El despertador no cumplió con su función al tener el alma gastada. Llegaría tarde a trabajar pero el amanecer a su lado borraba cualquier injusticia. Esa mañana no. Definitivamente no.

No la desinflaría para guardarla en el armario. Así, al caer la jornada y volver abatido no encontraría la casa tan sola.



Relato y foto inéditos de Voltios.

1 comentario:

Luisa dijo...

Es lo que tiene la soledad, aunque el tacto del plástico no supla al firme y perfecto terciopelo de una caricia en la piel, lo que importa, a veces, es no estar solo.
Muy bueno.

Besos, Voltios.