jueves, 27 de agosto de 2009

LECTURAS EN EL BUKOWSKI

Ayer noche volvió a ser un día especial. Cargado de poesía y buena gente, pero empezaré por el principio.

La tarde comenzó bien, quedé con mi colega Kebran, a eso de las seis y media, más o menos, en San Bernardo. Es un devoralibros, el tío, me llevó de aquí para allá, estuvimos en la Casa del Libro (la que está al final de la calle Fuencarral), y allí me recomendó mil y una lecturas, la agenda del móvil con tantos títulos anotados me va a petar, fijo.
Después, y tras perdernos un rato, perdernos literalmente hablando, entre Bilbao, Quevedo y San Bernardo, dimos con FUENTETAJA, una pedazo de librería en la misma calle San Bernardo que quita el sentido. Personal amable, conocedor de las materias, pero con un serio problema de aire acondicionado, jejeje, la muchacha que atendía en la caja usaba una papelera para recoger el agua que caía de la máquina que estaba sobre su cabeza, ducha gratis sin gel para la pobre, aunque yo recomendé un paraguas para estos casos.

Las horas iban cayendo sin darnos cuenta, Kebran decidió pegar un toque por teléfono a David González, charlamos con él, siempre dispuesto como no, pero la conversación fue breve, le pillamos currando en alguna historia, y ya se sabe que cuando te pillan manos a la obra no te mola ser interrumpido, por el tema de que se pire la musa. Aún así, David estuvo cordial el jodío, me dio ánimos y consejos en la lectura de esa noche en el Buko.

Pillamos, la calle San Vicente Ferrer hacia arriba, en busca de TRES ROSAS AMARILLAS, otra buena librería, más especializada en relatos cortos y novela, menos material poético, tal vez, pero muy recomendable su visita. Como en las anteriores, Kebran, me dio una lección de conocimientos sublime. Los pies ya estaban un poco jodidos con tanto calor y tanta caminata, no así el tarro, fresco y vivo tras todas las librerías recorridas. Hicimos un alto en el camino, en la MANUELA, magnífica cafetería en San Vicente Ferrer, cerca del Buko. Unas cañas y una llamada telefónica, llegaba Bonilla.

Los tres, Bonilla, Kebran y un servidor estuvimos charlando un buen rato, haciendo hora hasta el asunto que empezaba a las diez (eso sí, nunca puntual, como debe ser). Mientras las cañas caían, se presentaron por allí Marcus ( de la editorial Yalodijocasimiroparker) y su chica Isabel García, encantadores ambos.

Y llegó la hora, nos trasladamos al Buko con los bártulos y a recitar. Por allí estaba el siempre grande, y ganador de un Goya (Gonzalo Torrente Malvido), Naveiras y Javi Belinchón con su chica, en fin buena gente.

Del recital me llevo un buen sabor de boca, pero quizá más de la tarde tan amena que pasé. Gracias a todos los que aparecéis en este, no sé como cojones llamarlo, pero en fin gracias.

Por cierto, el poema del post anterior, fue leído por mi menda ayer en el Buko, ahí os lo dejo.


Voltios dixit.

3 comentarios:

Kebran dijo...

UNA TARDE COJONUDA
UNA COMPAÑÍA INSUPERABLE
MUCHAS GRACIAS POR ESCRIBIR ESAS COSAS DE UNO
KEBRAN

Anónimo dijo...

;) Muakas!!!!!

Angel dijo...

Gracias a los dos.