martes, 1 de septiembre de 2009

EL ARTE SALE A LOS BALCONES

En Cádiz ha gustado siempre cantar en las cocinas para hacer resonar las coplas por los patios de vecinos. También en los balcones para lucimiento de la mejores gargantas. "Aquí se cantaba hasta desde los coches de caballos", replica la cantaora Mariana Cornejo para defender la idoneidad del ciclo organizado este verano por el Ayuntamiento de Cádiz, y que ha permitido atraer grandes voces flamencas al escenario singular de los grandes ventanales de los barrios más emblemáticos de la ciudad. Cornejo se ha sumado a esta cita con el entusiasmo con el que asume los proyectos más convencionales en escenarios de toda la vida.

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Participan los cantores Carmen de la Jara, Mariana Cornejo y Paco Reyes

El ciclo Flamenco en balcones y fuentes ha seleccionado lo mejor del panorama musical. El cante desde los balcones y el baile frente a las fuentes. "Es algo que gusta a la gente. A Cádiz vienen miles de turistas y hay que ofrecerles muchas cosas. Que no les falte de nada. Que se note que nos gusta mucho la fiesta", explica Mariana Cornejo, la última en subirse al balcón. Lo ha hecho con cierto resquemor. "A mí es que me da mucho miedo asomarme", confiesa.

Cantar en un lugar tan reducido no es fácil. Lo saben los artistas. "Yo no me veo. Es que yo soy polvorilla, me gusta moverme por el escenario de un lado a otro y hacer mis cosillas", reconoce la cantaora antes de probar la experiencia por primera vez. Pero, al final, la profesión va por dentro y las alegrías, cantiñas, tangos y fandangos salen entre los aplausos de un fervoroso público, entre los que abundan aficionados, pero también recién incorporados al arte.

La iniciativa, impulsada por Enrique Linera, nació a la par que el congreso internacional de flamenco desarrollado en la capital gaditana hace dos años, donde entonces se promovió la necesidad de repartir el arte al aire libre y por todos los rincones de las ciudades para involucrar a los vecinos. Los balcones seleccionados lo han sido por su emblemático escenario más que por la belleza de su arquitectura. Desde el centro de la ciudad, con barrios señeros como Santa María o La Viña, hasta el casco urbano, con zonas poco acostumbradas a ganarse iniciativas culturales como Puntales. Ha habido ventanales de alguna administración pero, en la mayoría de los casos, el cante jondo se ha metido en casas de particulares.

El ciclo ha elegido cantaores gaditanos. Y de todas las edades, desde los emergentes como David Palomar, Edu Guerrero o Brenda García hasta los más curtidos como Carmen de la Jara o Mariana Cornejo. Esta noche le toca el turno a Paco Reyes, en el barrio del Pópulo, y la cita finalizará el día 8. El verano es el mejor momento para el flamenco en Cádiz porque es cuando abundan festivales en la calle, sesiones ya imprescindibles como los Jueves flamencos del Baluarte de la Candelaria y ahora estas oportunidades de disfrutar de cantes con el cuello al alza hasta algún balcón. Sus promotores rechazan que sea una iniciativa pensada para esos turistas y la reivindican como una mezcla de innovación y recuerdo a las tradiciones más ancestrales.

La oportunidad se hará ya cíclica para convertirla en una cita consolidada. Los artistas reclaman que las oportunidades que brindan los meses estivales se repitan también el resto del año, cuando el flamenco se encierra en algún local cerrado o aislados conciertos. La siguiente gran cita se aguarda en el Teatro Falla para homenajear el 7 de octubre al fallecido Chano Lobato. El gaditano del barrio de Santa María no pudo cantar desde su balcón en este ciclo.

esta noche en el barrio del pópulo. (cádiz). a las 22.00. gratuito.



Cogido de la Web oficial del periódico EL PAIS



Voltios dixit.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ole!

:))

Anónimo dijo...

Gracias señorito saleroso, por hablar de Cádiz, las tierras de las que me rodeo, y sus famosos balcones.

También hay saeteros que le cantan a la Virgen desde esos mismos balcones, o desde otros, con las gargantas afinadas, durante la Semana Santa.

No sé ni como atinan a entonar porque la tensión podría cortar el aire durante una saeta. Sudores, plomo y silencio, y el canto del saetero que le pide a la Virgen compasión pá su pueblo. Y la gente emocioná perdía, suando y aguantando el aire pá no respirá...y sin quitarle ojo a la Virgen, o al saetero.

Son bonitas las tradiciones populares y aquí, como buenos andaluces, hijo, se vive tó pero mú mÚ exagerao.
Multiplicao por 8 ó por lo que quieras, se siente.

Saludotes.

Angel dijo...

Vaya descripción te has currao, yo de todos modos llevo lo andaluz un poquito dentro, no en vano, algún abuelo mío era Cordobés, y como poeta me inicié con las lecturas de Alberti y Lorca.

Lo andaluz es luz, y valga el juego de palabras.